Empezó el mes de los gatos

Empezó el mes de los gatos

A veces me pregunto si el problema no seré yo, vivir no es fácil, eso está claro, pero no entiendo por qué vivir de buena manera también conlleva a dificultades al fin y al cabo...
¿Es que acaso estamos hechos para que tanto siendo buenos como malos los resultados sean los mismos?
Me cuesta mucho entender por qué.

Si alguien me pregunta qué he hecho esta semana, podría decir que hice el trabajo para la oficina de una amiga ya que ella no sabía hacerlo, podría decir que hice lo que pude para darle palabras de aliento a otra amiga que pasó por un aborto, podría decir que me encargué de entretener a un amigo que por casualidades se quedó solo en sus vacaciones dónde ni siquiera venía a verme a mi, podría decir que ayude a otro amigo a mejorar partes de su proyecto de título, podría decir que le salvé la vida a otro amigo que se estaba ahogando haciendole la maniobra Heimlich, podría decir que he estado ocupando mi tiempo y poco dinero en acompañar a otro amigo enfermo día a día para demostrarle que no está solo y que todo va a salir bien... Si alguien me pregunta qué he hecho esta semana le diría que ha sido una semana bastante ocupada.
No espero nada a cambio de las cosas que hago, si alguien necesita ayuda aquí estoy yo para ayudar.
Todos merecen sonreir.

Y aquí estoy, con la cara larga y una sonrisa invertida que usualmente se conoce como pena.
Fumando de manera constante porque no encuentro otra forma de liberarme.
De verdad no espero que alguien haga algo por mi a cambio de lo que sea, pero tampoco espero sufrir si yo no hago sufrir.

Siento que no me merezco lo que estoy viviendo.
Siento que estoy viviendo de buena manera, en una buena senda.

¿El precio de la bondad es sufrimiento injusto?